sábado, septiembre 15, 2007

Lluvia de maíz

Ayer en la tarde me llamó J.L. Oubiña para ir antes al muro porque venía un periodista del Faro de Vigo (ay, me olvidé del nombre del chavo...), que posiblemente publicarán mañana domingo. Quedamos en la zona más larga del paseo intentando cubrirnos en la mini sombra que nos daba el muro de enfrente. Nos entrevistó en hilera porque el sol pegaba a dolor. Allí estábamos los de siempre: todos hombres... y yo. Mientras pasaban camiones que entran y salen cargados del puerto, y muchos de ellos van rebosando maíz. Entre unos y otros nos dimos cuenta de que muchos maicitos se quedan por el camino. Pueden parecer piedritas, y no les damos importancia, pero no mola nada.


Seguro que si en otra parte del mundo los vieran no les haría mucha gracia este desperdicio de algo tan básico en sus vidas.
Mi pata de perro. Mi pata de rayas. Mi pata azul... Con amarillo como el maíz. Amarillo y azul.


Va por tí E, desde el Atlántico recordando tu ritual "Somos de Maíz".

1 comentario:

elizabeth ross dijo...

el problema, mi queridaoi, no es tanto que se caiuga al suelo, sino que es transgénico, o peor, que no será utilizado para alimento de ganado, sino para "biodisel"...pero esa es otra historia. Gracias por recordarme!
y ya, termina ese muro para que sigas con lo que sigue!!!!

bicosss
E

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En octubre decidí rebajar el precio de mis cuadros para poder moverlos a mejores destinos, y creé "mis rebajas espaciales" que si...