sábado, abril 02, 2011

3 años con Azularina

Ya hace tres años que compartimos la vida con Azularina, pues hoy cumplo tres años de llevar conectada la bomba de insulina. Se me tatuó en la memoria la fecha de hoy, un día de febrero que esperando en uno de los pasillos de Montecelo me dijo Luz: "dentro de un rato entras, y el dos de abril te conectamos la bomba". La verdad que dicho así me sonó muy fuerte. Tan fuerte como los contínuos mareos de los 1ºs días y meses... a los que lentamente me iba acostumbrando hasta que llegaron a desaparecer para convertirse en momentos de puro nervio.

Como me dijo Lorenzo el otro día, parece que llevo la bomba en la cabeza... será que con-vivir con ella me ha llevado a eso. Tanto así que de pintarla en varios cuadros, la hice protagonista del pasado tema de "eyes every where" donde cada semana la fotografiaba con un fondo diferente según donde estuviese entre las 4 y 6 pm -pues este horario era el tema-.
Aquí estamos sobre un trozo del mural de "color cotidiano" que próximamente podréis ver al completo.

Meses antes también se convirtió en emociones para el proyecto amistoso de Caleidoscopio -miradas del mundo-.
"...estuve muy reacia a conectarme la bomba de insulina porque no quería vivir enganchada a una maquinita, pero superé el rechazo psicológico al ver mejores resultados glucémicos. Por eso la aguanto y la llevo conmigo, hasta le he encontrado las cosas buenas que tiene en cuanto a calidad de vida, y hasta mi amiga Montse la ha bautizado como Azularina. Reponerme cuanto antes es una de las cosas que más deseo, y eso será cuando determinados factores consigan el equilibrio y se mantengan. Ojalá esta incertidumbre se convierta en pasado, por lo menos antes de que me cambien esta bomba por otra más moderna, y tenga la calma y la serenidad de controlarme lo mejor posible, para quizá cumplir algún sueño escondido" (mayo 2010)



"...Una de mis luchas es lograr cambiarme el catéter (cada 3 días) sin mareos, ni nervios, ni lágrimas, ni miedos... Esta es mi esperanza, es transparente como la insulina, no es ni verde ni mucho menos azul "(enero 2011).

* Ahora, 3 años después, recuerdo el 1º día como si fuese ayer, donde todo el cambio fue tan brutal que me hizo casi olvidar 22 años de pinchazos continuos. Fue como pasar una fase de un videojuego. Sé que ahora estoy en otra algo incierta, que la adaptación aún sigue latiendo, aunque a veces parece que la olvido. Me queda superar los temblores con los temores de mi imaginación, diluirlos como la sangre que sube y baja, pensar que si se atasca el catéter no pasa nada con cambiarlo, que todo es para mejor, e intentar convertirme en la mejor enfermera que quisiera ser.

Como diría Cerati, gracias totales: a Luz, por estos 7 años que nos has enseñado tanto; a Virginia, por volver tan agradable; a Silvia, por tus ánimos conductistas; a
mis primos de Barcelona y de Coruña, por interesaros de cómo voy; a Xurxo, por aguantar mis explicaciones; a Helenita y demás locos bajitos, porque les hace gracia mi maquinita; a Alba, por las sorpresas; a Elba, por los consejos, la confianza y el candil de nieve; a Julio, por la buena energía y los descubrimientos naturales; a las abuelas Coco y Meche, por cuidarme en la distancia; a mis padres y abuela, por la preocupación cosntante y eterna; a Augusto, por todolodemásquenadiemásve.

Rebajas espAciales

En octubre decidí rebajar el precio de mis cuadros para poder moverlos a mejores destinos, y creé "mis rebajas espaciales" que si...