Después de sólo verlo en los documentales de La 2, este año estoy viviendo todo esto del día de muertos tan especial en este país. Esta tarde quizás hagamos un altar con los niños del Tepalcate (en la última clase en ese pintoresco edificio). Hasta se pueden ver globos naranjas, negros y violetas en las oficinas del banco. Es todo como muy navideño y folklórico. No me mola mogollón, pero tampoco me deja indiferente. A vosotros qué os parece desde la distancia?
El pan de muertos que me resucitó de una hipoglucemia bestial.
Calacas everywhere.
En la calle principal de la ciudad, esta funeraria
es como un 24 horas abierto al público del más allá y del más acá.
No sé qué pase en este día de muertos aquí. En España hoy es festivo y la gente visita los cementerios con supuesta solemnidad. Inevitablemente una no puede dejar de recordar a ciertas personas que se fueron hace tiempo, y cuyas ausencias me dejaron marcada (nuestros compañeros del cole Toñito y Fran, mi abuela Tucha, mis tíos de la aldea, y mi tío Ángel, un ángel para siempre, el papá de Pablito, y mi querido Abuelo, a quien dedico la expo que se inaugura esta noche en Guadalajara-Jalisco. Aquí el festivo será mañana. Pero mañana no quiero pensar en muertos. Mañana pasará otra cosa más importante y decisiva que espero me dé más vida, y pueda seguir viendo el cielo tan azul.
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