martes, agosto 12, 2008

Quemad@s...

Hace 2 días el sol rayaba con tanta fuerza que no hubo protección que me cobijase… a mí, más que a Augusto… Fuimos de paseo en bici (en la nueva y en la renovada) hasta llegar a la isla de Arosa... Pedaleamos fuerte, muy fuerte... y en la lucha no sentimos el sol, hasta que el cansancio nos pudo de regreso y así se quedó tatuado en nuestras pieles… Me quemé (...queté queté ??...) muchísimo a pesar de echarnos cremita varias veces...

Me sigue doliendo la piel, quizá sea otra señal... Y también siento que arde el cielo de mi corazón, a veces me ahogo porque necesito que se apague una hoguera para encender una nueva… Esperaré a la fiesta del agua, donde las ballenas me refresquen con toda su grandiosa naturaleza…

Y mientras quedan huellas selladas en mi cuerpo de piel blanca quemada en tonos rojizos... Se tatuaron las marcas de las chanclas rosas, del pantalón azul, de la camiseta azul brasileiro, del bikini azul, de los collares huicholes, de Elewá, de los pececillos de mil colores... con la peculiaridad de que también se quedó la marca del catéter de mi bomba de insulina que es para siempre, a un lado o al otro, pero ahí va, y ahí vamos... con ella a todos lados... es nuestro tamagochi (o como se escriba)... y ahí está como todo... en mi piel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pobre Martuchisssss, toda rojilla como en el concierto de Maná............

no te olvides" tú me das cremita, yo te doy cremita, que está muy fresquita...""

Creo q nos vamos a quedar sin fiesta del agua, q desde aquí en Porriño el tiempo pareceq no va a acompañar.

nos veremos domingo. muchos besossss

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