jueves, enero 11, 2007

Esa mañana in-olvidable...

Sí, esa fatídica mañana donde dicen haberme saludado pero yo no escuché ni vi el saludo... Esa mañana donde después de eso me quedé más atorada en aquel maldito sofá y no pude seguir leyendo... Esa mañana donde bajaban todos menos ellas... Esa mañana donde Al me llamó para saber qué tal había ido la noche...

Esa mañana donde alguien me rescató para acompañarle a comprar la prensa y a desayunar... Esa mañana donde entendieron mantequilla y mermelada en lugar de aceite y sal... Esa mañana donde compró un periódico deportivo y una revista del tarot... Esa mañana donde en ese café comencé a conocer a una nueva persona... Un breve café que me dejó el mejor sabor de todo ese maldito viaje, de más de una hora en absoluto silencio, donde lo único bueno fue imaginarme lo que sería el cuadro que después le pinté.

Qué casualidad ver hoy en la pantalla ese mismo punto de vista que tengo en mi memoria. Me ha revuelto ciertos recuerdos que creía estancados. Pero bueno, contándole esta sensación a una buena amiga me han salido estas palabras que suenan a cuento. Quizá les apetezca leer más capítulos de este cuento, pero mientras prefiero quedarme saboreando el café en la memoria de mis sueños.
Martazul.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En exámenes, no escribas cosas que me gusta leer ;p

Es broma... pero aquí lo dejo. No tengo más tiempo por hoy (he gastado el tiempo para empezar a contar las veinte horas sgeuidas)

Rebajas espAciales

En octubre decidí rebajar el precio de mis cuadros para poder moverlos a mejores destinos, y creé "mis rebajas espaciales" que si...