martes, enero 13, 2009

Amanecer de martes y trece de enero de dos mil nueve


Ensayando improvisadamente para eyes desde primerita hora de la mañana. Aquí en invierno nunca apetece levantarse de la cama, pero... es lo que hay.

Hoy, creo que aún medio dormida, se me ocurrió asomarme a las 2 ventanas de nuestra casita para fotografiar lo que se veía. Es alucinante la variedad de grises y azules del mar y el cielo, con luces blancas y amarillas, y todo lo demás que se puede ver, justo antes de toparte con el mejor desayuno en la mesa para dos.
Gracias y hasta mañana, que será otro día.

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