Una probadita de piña imaginaria

Como pueden ver, intento ser siempre de ley y aquí va "el regalo", o mejor dicho, una porción de ese sabor imaginario de piña caribeña. Es lo que ha brotado entre mis recuerdos, que se enredan como finos hilos trenzados a flor de piel.
Este es el fragmento-clave (de Sol... de Elewá... ) que nos une: infinitos surcos de esas manos curtidas que han prendido un trocito de esta cuesta azul.
No sé cómo lo verás tú... él... Ahora ya está.
Abrazos de piña, Martazul.
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Al
Que Elegguá te abra todos los caminos tuyos, y que lo haga siempre: con juegos y dulce caminar, con agudeza y ojos abiertos, que el corazón ya lo está.
Bienvenida al blogespacio!
besos aoi
E