Llevo poco más de 24 horas con la Bomba conectada. Os la presento: se llama The Minimed Paradigme Real Time y es un sistema de administración de insulina y monotorización de la glucemia.
Ayer fui-mos al hospital para conectármela. Allí estaba el personal, en especial María (representante de Medtronic desde Barcelona; nadie mejor para explicarme cómo va todo este sistema; muchas gracias por tu apoyo y tus sonrisas). De repente tuve que firmar un consentimiento, y ya me di cuenta de que a partir de ahora me cambiarían de endocrino. Ahora me seguirá la doctora Virginia Muñoz, ojalá todo pueda ir bien, como bien me trataba desde hace 13 años el doctor José R. Villar (gracias por el cariño, y ojalá podamos cumplir la promesa de la parte que sea). Mañana me toca volver una vez más a la consulta de Luz (gracias por tu calma y buen humor) para comentar las primeras impresiones, y ver que puedo dominar esta maquinita.
La verdad que no me molesta la conexión, el azúcar parece más regulado, y sobre todo se me (nos) hace muy muy muy raro eso de no tener que pincharme antes de las comidas (después de casi 22 años) y a las 10 pm (de España). El problema es adaptarme a llevar tranquilamente ese aparatejo clavado en mi panza. Tengo que controlar las comidas y los horarios más que nunca, y también la vestimenta de los primeros días hasta que me acostumbre (y menos mal que me puedo desenchufar un ratito como para cosas como la ducha) La primera noche no he podido descansar nadiña, entre controles y sentir la bomba entre tantas vueltas que doy pa'dormir. Estoy más sensible que nunca. A veces me considero valiente por todo lo que supone llevar esto colgado (porque sigo mareándome mogollón, hasta el punto de que soy la que más usa la camilla de la consulta de Luz), pero otras pierdo la poca fe que tenía en eso de cambiar de tratamiento. Tengo que seguir teniendo paciencia, pero uffffffff, ya sabéis que cuando soplo, ni bomba que me controle. Ojalá todo esto valga la pena...
Y gracias totales a quien está viviendo todo esto conmigo (mamá, papá, abuela, y demás familia, y amigos en la distancia), pero en especial a quien está a mi lado día y noche (como mi otra bomba de cuidados y amor): Augusto, gracias por venir y estar.
Ayer fui-mos al hospital para conectármela. Allí estaba el personal, en especial María (representante de Medtronic desde Barcelona; nadie mejor para explicarme cómo va todo este sistema; muchas gracias por tu apoyo y tus sonrisas). De repente tuve que firmar un consentimiento, y ya me di cuenta de que a partir de ahora me cambiarían de endocrino. Ahora me seguirá la doctora Virginia Muñoz, ojalá todo pueda ir bien, como bien me trataba desde hace 13 años el doctor José R. Villar (gracias por el cariño, y ojalá podamos cumplir la promesa de la parte que sea). Mañana me toca volver una vez más a la consulta de Luz (gracias por tu calma y buen humor) para comentar las primeras impresiones, y ver que puedo dominar esta maquinita.
La verdad que no me molesta la conexión, el azúcar parece más regulado, y sobre todo se me (nos) hace muy muy muy raro eso de no tener que pincharme antes de las comidas (después de casi 22 años) y a las 10 pm (de España). El problema es adaptarme a llevar tranquilamente ese aparatejo clavado en mi panza. Tengo que controlar las comidas y los horarios más que nunca, y también la vestimenta de los primeros días hasta que me acostumbre (y menos mal que me puedo desenchufar un ratito como para cosas como la ducha) La primera noche no he podido descansar nadiña, entre controles y sentir la bomba entre tantas vueltas que doy pa'dormir. Estoy más sensible que nunca. A veces me considero valiente por todo lo que supone llevar esto colgado (porque sigo mareándome mogollón, hasta el punto de que soy la que más usa la camilla de la consulta de Luz), pero otras pierdo la poca fe que tenía en eso de cambiar de tratamiento. Tengo que seguir teniendo paciencia, pero uffffffff, ya sabéis que cuando soplo, ni bomba que me controle. Ojalá todo esto valga la pena...
Y gracias totales a quien está viviendo todo esto conmigo (mamá, papá, abuela, y demás familia, y amigos en la distancia), pero en especial a quien está a mi lado día y noche (como mi otra bomba de cuidados y amor): Augusto, gracias por venir y estar.
1 comentario:
dos días después con la bomba y sin pinchazos, saldo positivo. Como dicen en tu pueblo "es lo que hay" y funciona pocamadre, ya solo unos ajustes.
AM
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