A finales de 2014, una experta en acompañamiento de Duelo perinatal, me encargó unas piezas muy peculiares para regalarle a sus clientas, que eran madres que habían perdido a sus hijxs durante sus respectivos embarazos. Fueron 3 y los titulé "Semoriños".
Me impactó saber que una frase muy usada en esos círculos es: "Cuando un hijo pierde un padre se queda huérfano, cuando un marido pierde una esposa se queda viudo, cuando una madre pierde un hijo se queda... Sin palabras". Y también saber que estas mujeres que pierden a sus hijos a las 19 o 26 semanas de gestación, están muy afectadas por sus pérdidas.
Por estar, y seguir, ajena al tema se me hacía "normal" que algunas mujeres que conozco, que tuvieron algún aborto, siempre me dieron la sensación de que "solo" habían tenido un problema fisiológico-natural, porque el comportamiento es muy diferente a las que perdieron a sus hijos de niños o jóvenes. Además siempre acabas escuchando que voces experimentadas les dicen lo típico de "mejor ahora que después... ya tendrás otro... eres muy joven, etc".
Tras conocer el dolor de estas mujeres, que sienten a sus hijos "de otra manera" antes de verles la carita, y saber que quieren a sus hijos, esos que no pudieron ver porque los perdieron, y aunque tengan otros, nunca se podrán sustituir, como muchxs malamente consuelan... Pues hice uno extra que guardé para mí, pero sabiendo que se lo acabaría regalando a alguien. Ese semoriño me salió con un corazón que envuelve a 2 fetos, y cuando hace unos meses, una buena amiga quiso abrirse para contarme que había perdido a 2 hijos y, lo que pudo rescatar de ellos, los hizo jardín, pues lo tuve claro y se lo regalé, porque soy así. Vendo obras (de eso intento vivir) pero también regalo piezas originales o reproducciones, o calidad o tiempo de vida.
Semoriño gemelar (2,3 x 21 cm; óleo sobre papel; Marthazul 2014)
*Decido publicarlo hoy, el día en que Tucha, mi abuela paterna a quien tanto me parezco sobre todo por dentro, hubiera cumplido 107 años, porque ella, como muchas, también sufrió un aborto. Yo hubiera tenido un tío paterno si "mi abuelo paterno" no le hubiera dado una paliza a ella. Sí, aquí lo digo y lo dejo.
Ella, que también sufrió violencia machista, no solo de su pareja si no de uno de sus hermanos. Para compensar, siempre está la vida, y le regaló tener un hermano mayor que fue una maravilla con ella. Y las historias se repiten, dicen que genéticamente cargamos con traumas familiares por 7 generaciones. Ya basta de violencia machista por todos lados.