Hace justo un año que un grupo de mujeres de Vilagarcía de Arousa nos reuníamos en la puerta del Rexistro da Propiedade, dispuestas a que nos registrasen nuestros maravillosos cuerpos en el Registro Oficial.
Muchas no nos conocíamos, pero una vez allí a todas nos unía una gran motivación.
Les expliqué unos cuantos pasos que me había indicado Yolanda, y repartí algunas "hojas oficiales" más para el Registro.
Algunas trajimos los registros desde casa, y otras los cubrieron allí, en vivo y en directo, con toda la originalidad que la propuesta nos sugería.
El grupo fue más numeroso de lo esperado gracias a muchas alumnas de bachillerato que quisieron sumarse a la acción.
La prensa también llegó muy puntual e intrigada. Subimos las escaleras y colapsamos la oficina.
Los fotógrafos y periodistas locales nos acompañaron para documentar la acción.
La primera en solicitar el registro fue una señora que tenía prisa para llegar a su trabajo, y que hizo genial su papel de mujer de estar convencidísima de querer registrar su cuerpo.
De todo el personal que allí había nos atendió una mujer a la que no le caímos nada bien; mejor dicho, nos quedamos con la sensación de que ella se comportó como "un hombre machista" hacia nosotras, pues después de su cara de "me estáis tomando el pelo", se ausentó unos minutos, dijo que la reforma de ley del aborto de Gallardón no iba con ella (a lo que le aclaré que nos afectaba, de una manera o de otra, a todas las que estábamos allí, a ella y a sus compañeras), y nos despachó escribiéndonos la dirección de la oficina central de Pontevedra, pues aquí en Vilagarcía solo registran bienes inmuebles, y nos dijo "vosotras sois bienes muebles". Evidentemente las siguientes le insitieron, como si no hubieran escuchado nada, y al final fuimos bajando todas porque hizo que nos ignoraba. El mejor fue uno de sus compañeros de la mesa de atrás, que salió a preguntar sobre qué ley de Gallardón protestábamos (como buen sabedor de que todas las propuestas de ese ex-ministro eran polémicas e injustas).
Así se veía mi documento para registrar mi cuerpo.
Al salir, posamos todas con nuestros registros sin registrar.
No tuvimos "la suerte" que tuvieron otras mujeres en otras ciudades donde sí las trataron mejor y pudieron "registrar sus cuerpos".
Seguíamos posando para una cámara y para otra.
Esta foto fue una de las imágenes que más ruló por los medios internacionales.
Una vez más podemos decir que la presión social puede frenar algunas malas ideas, y lo más importante en este tema: seguimos siendo libres para decidir sobre nuestro cuerpo, y esa es una gran victoria. Desde aquí quiero agradecer a TODAS las que os unisteis a esta acción de Registro 2014, por ser algo muy extraño en un pueblo como este, y sobre todo por la cadena de mujeres que pude conocer, desde las más jóvenes a las más mayores, fuisteis un gran ejemplo social y femenino. En especial las que pedisteis permiso, en el instituto y a vuestros padres, para salir y formar parte de esta acción social y artística, y porque desde entonces pude estrechar lazos con algunas de vosotras y compartir Calendarias, Pezones nublados y Cambios de piel. GRACIAS!!
Fotos: Augusto Metztli
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