La semana pasada me dieron una grata sorpresa. Fue una llamada del amigo Paío directamente desde la Solaina. Me invitaron a ser una de las artistas participantes en la intervención de vestidos, uno de los actos típicos en las clausuras de las Xuntanzas de artes plásticas. Me hizo mucha ilusión, pues siempre me imaginé estar pintando un vestido en alguna clausura, y el momento llegó. Pero no preparé ningún boceto, porque yo casi nunca hago bocetos, y además no tenía sentido si no sabía qué vestido iba a intervenir. Así que la duda se mantuvo hasta poco antes del comienzo de todo el acto de clausura, cuando llegó María Porto con "su vestido cubista". Un reto emocionante para las dos, pero cuando lo vi lo tuve claro: era un muro de piedra galega por detrás y una gran luna por delante.
La otra artista invitada fue la pintora holandesa Monique Van Steen. Las modelos fueron Ana Seoane (artista participante de esta Xuntanza) y Lola ¿? (amiga de la Solaina, que ya me sonaba su cara desde que estuve yo allá por el 2004). En la foto, al fondo a la izquierda, estamos Monique y yo preparando los colores en nuestras improvisadas paletas, y la diseñadora de "mi espontáneo vestido de novia" a la derecha.
Mientras Paío ayudaba a Monique a tensar el vestido de Ana, Lola aguantaba por arriba mientras yo tensaba los cubos hacia abajo.
Aquí ya se puede ver el toque verde que le puse al vestido con unas bolitas rojas.
El cuadro de Lucía Dubra, que después se sorteó entre los Forxadores da Solaina, nos seguía mirando.
Aquí remarcando el borde de la luna.
Muchos creían que como el vestido era tan grande y voluminoso sólo pintaría un lado, pero no, decidí pintar de abajo hacia arriba. Por eso le dí unos toques de piedras que se perdían de vista en la abertura lateral del vestido.
Para animar un poco el tiempo que nos llevaba pintar los vestidos en directo, la banda de gaitas "Os Dezas" tocaron varias piezas, en este videíto que hizo Augusto pueden darse una idea del ambiente artístico-rural-internacional de A Solaina. Tras varias canciones y demás silencios con intriga y comentarios del público asistente, por fin lo acabé, y tuve que explicar un pouquiño qué es lo que había hecho. Parece que a muchos les gustó, graciñas!!
La modelo no tuvo suficiente con ponerse el vestido y mantener el tipo mientras se lo pintaba, si no que después tuvo que ponerse un ratito al sol para que la pintura se secase bien. Aquí se puede apreciar el borde de la luna en violetas y magenta, un toque muy femenino para esta "novia lunar". El sol de la tarde junto con el blanco que le puse se quemaron en la foto, pero en realidad se veía un brillo que parecía plateado.
El otro lateral con las vistas del muro que se deshace. Esa cola de piedra que arrastra hacia su nueva vida, con las olas muy azules que la llevarán hacia una marea de sorpresas.
Me gustó la idea de la sencillez de la luna por delante, con la sorpresa de otro mundo por detrás.
Fotos: Augusto Metztli
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