Foto: Marthazul, junio 2021
La primavera de 2021, cuando pintaba el mural portátil
"Milpa de mi corazón", recibí el disco dedicado de Andrés Iwasaki que
había apoyado por Verkami.
Vi
la 1a edición de "la Voz" en Antena3, porque allí trabajaban varios
músicos que giran con grandes y reconocidos artistas y que, especialmente a uno, consideraba muy buen amigo desde hace muchos años. Así, en
pretérito imperfecto.
Conecté
con Andrés en cuanto lo vi y escuché, desde su audición a ciegas a su
"Ojalá" de Silvio. Comencé a seguirlo por redes, y lo más importante: Escuchar sus nuevas canciones y apoyar su trabajo de verdad, porque ya
sabemos, unas más que otras, cómo es esto de vivir del arte.
Fue especial aquel concierto con Paula Iwasaki en el mítico Libertad 8, en tiempo super pandémico, solo con público virtual.
Más
especial fue, que cuando A.Metztli me preguntó quién podría versionar
"La LLorona" yo pensé directamente en Andrés. Se lo comenté y me dijo "Sí".
Para la semana, los
días 27 y 28 de septiembre, vendrá al pueblo y dará un par de conciertos
con entrada inversa en Rock Bar Miúdo gracias a la organización entre
Augusto y Óscar. Estáis invitadxs a ir.
Ojalá
no tenga que hacer desaparecer esta publicación pictórica-musical de mi blog, y
ojalá podamos abrazarnos entre cocodrilos, árboles y subjuntivos.
Andrés, gracias por tu comprensión y tus buenas palabras siempre.
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