viernes, abril 11, 2008

Un respiro.

Hoy no me mareé en el hospital (porque no tuve que hacer ningún cambio de catéter ni reservorio de la bomba) pero Luz me pudo atender como siempre, explicándome más cosillas y dándome las nuevas pautas que me va corrigiendo la doctora. Ok, muchas gracias. Y otra buena señal es que para la semana no tendré que visitarla, si no hasta la otra. Ya sé, si tengo algún problema o duda llamaremos al 24 horas o le mando un correíto. Bueno, seguiré rellenando mis diarios de diabética apuntando todos los datos necesarios para que veáis que hago mi tarea, con el propósito de mejorar poquito a poco.
 
 
Así que tengo fuerzas para seguir adelante, para retomar los pinceles y avanzar todos los lienzos en blanco y a medias que nos rodean. Y además también estamos viviendo en primerísima persona que casi puedo hacer eso que se llama "vida normal". El otro finde que fue tan veraniego hice estas fotos, que son una prueba más de que muchas cosas de mi vida han cambiado, como ver y disfrutar de la hermosura de dos de las infinitas margaritas que hay por acá, y pisar la hierba de los parques con la planta de nuestros pies, envueltas también por ese halo grisáceo y perpetuo de andar de patadeperro, pero juntos, de nuevo, con nuestros huaraches desde las calles de Tepic a las de Arousa. Y como nunca antes, ando aprovechando todos los buenos instantes de la vida, desde el sol del otro día a la fría y lluviosa semana primaveral que tenemos ahora.

Gracias a ti por
cuidarme tanto y quererme así (ahora y aquí).


1 comentario:

Anónimo dijo...

Las margaritas silvestres se confunden con tus huaraches. Aunque suene cursi,a tu lado es linda la primavera.

AM

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