Y así van quedando. Algunos mechones son difíciles de incrustar, pero con paciencia consigo dejarlos sobre el muro.
Se tocan, se abrazan...
... se reflejan mis ideas sobre fondo verde...
... y mi corazón sigue reflejado... siempre.
Rúa Valle Inclán.
50
David (en su inseparable bici)
Reflejando aguas potables.
Mi mano aquí...
De pies a cabeza.
A ras de suelo.
Son muy interesantes los reflejos que hacen los espejos.
La zapatilla que encontré el otro día.
Y también son simpáticas las impresiones de los espectadores: Dicen que los espejos pueden parecer pececitos... puedeserquizátalvezalomejor. Otro se asustó pensando que estaba la pared rota porque veía lo del otro lado!! Esto fue ayer, viernes 14, esta tarde más y mejor.
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