Liberándome de todo lo que dejaba aquí.
Disfrutando eso que tanto soñé.
Uno de los primeros regalos visuales de Morelia.
Acercándome a la tierra de Rayando el sol.
En la azotea de Luna viendo el amanecer.
En el balcón de mi otra Luna. Gracias por todo.
Mi azul se quedó prendido en la tierra de la luz,
aunque el gris se tuvo q regresar conmigo.
Pero lo vivido siempre estará vivo
(acompañada por "el hacedor de nubes").
Lo tristemente im-posible de este lugar
que no hace falta nombrar.
La intensidad de tener irse y querer quedarse.
El tiempo se puede parar.
El regreso a la tierra de la luz mojada.
Con el sol más lindo en la piel de mis recuerdos.
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