Hoy se cumplen 3 años de la muerte de mi padre. Poder estar con él hasta el último momento, sabiendo que el oído y el tacto es lo último que perdemos, me dio fuerza para enfrentar ese instante como nunca me lo hubiera imaginado.
Y sigo pensando que verlo morir fue algo así como ver nacer a alguien pero con sentimientos invertidos.
Porque es cierta esa frase que me dijo un trovador cuando murió mi Abuelo: "Ahora comienza a existir en nuestra memoria". Desde entonces, el gran vacío lo arropamos a diario con recuerdos constantes. Y yo, mientras pueda, también con mis pinceladas y demás ocurrencias artísticas.
Con Papá, Marthazul, 2014.
Acrílico y lápices acuarelables sobre papel; 10 x 14 cm.
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