En nuestro reciente viaje a México nos detuvimos a observar otras cosas en las que antes no reparábamos tanto, en especial, los árboles. Es destacable que este viaje fue muy primaveral, en todos los sentidos, y el árbol que más nos impactó por verlo a tope de color, no solo fueron las amapas, si no también las jacarandas. Augusto siempre me hablaba de ellas pero nunca me había coincidido ver todo tan violeta del cielo al suelo. A veces pensaba que hasta las jacarandas se habían sincronizado para teñir de violeta el mes de marzo tan dedicado a la Mujer.
Dejo ejemplos de hojas de jacarandas en un jardín a la entrada del Museo de Antropología (Ciudad de México), en el parque Arboledas (Guadalajara-Jalisco) y en los 3ºs eyeseverywhere de mayo desde Puebla.
Un día que turisteábamos por el centro histórico de Guadalajara, nos llamó la atención un tejido que vimos. Augusto me dijo que era jerga, que se usaba para limpiar... Y a los pocos días volvimos a por un trozo de tela para preparar unos bastidores que teníamos en la casa.
Nos pusimos manos a la obra, nunca mejor dicho. Ya llevábamos muchos días "de paseo" y nos urgía trabajar y agarrar los pinceles.
El patio de la abuela Coco fue un espacio ideal de temperatura y luz, y allí pintamos varias tardes en buena y variada compañía femenina, con café, mazapanes de chocolate, nieve de garrafa y unas gotas de lluvia tapatía. También fue especial usar la silla de la que tantas veces Augusto me había hablado, y saber que el bastidor sobre el que decidí entelar la jerga era el que en su momento había usado para el cuadro Trenzando Lunas, que pinté hace años en Tepic, y que llevo impreso en mi delantal de pintora.
Pintar sobre jerga fue un ejercicio peculiar técnicamente hablando, y nos ayudó a calentar motores para darle vida y color a las paredes que nos esperaban en DF y así rematar el viaje pintando, como debía de ser. La propia tela nos daba los colores del fondo y con pinceles dibujábamos nuestras ideas. Hablo en plural porque Augusto también hizo el suyo pero todavía es top secret.
Detalle de "mi bordado" en la esquina inferior izquierda.
Jacaranda bordada sobre jerga junto a mis pies.
(acrílico sobre jerga; 30 x 60 cm)
Marthazul, abril 2016 (Guadalajara-Jalisco).
* Lo mejor de lo mejor fue que alguien muy especial quiso este cuadro, sin verlo al completo, como regalo del Día de las Madres. Y mejor aún es saber que desde hoy nuestra jacaranda ya está con su destinataria.
Gracias Coco, gracias Ana, gracias Jaap.
Fotos: Marthazul y A.Metztli.
2 comentarios:
¡Qué bonito, Marta! Me encantó esa idea de pintar sobre un bordado, desde el desconocimiento más puro. Y vaya envidia de viaje. Seguro que venís con mil y una historias. Jacaranda, me quedo con el nombre que no lo conocía. ¡Gracias por la invitación!
Gracias por pasearte por aquí Elvy. Y gracias por tus palabras. Realmente no pinté sobre un bordado, si no que hice un juego de palabras con el título. La tela es así como se ve y se usa como trapo para fregar. Al pintar "a rayitas" quise remitirme a los montones de bordados artesanales que hay en cada zona de México. Y las jacarandas lo impregnan todo de violeta :) También besé unas cuantas ;)
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